12 de octubre de 2007

No tomes Armonil… Tengo algo mejor

por Juan Crisóstomo





Lunes: Despertarse temprano, lavarse el pelo, café y algún pan que me como en la micro, llegar a la Universidad o al trabajo, saludar a mis compañeros, escuchar al profesor, recreo, café y conversaciones de pasillo, seguir estudiando o trabajando, almuerzo con comida chatarra, vuelta a clases, café, micros llenas, tacos en las calles, teleseries, noticias, MSN, estudio, a dormir. Martes a viernes: Despertarse temprano, lavarse el pelo, café y algún pan que me como en la micro, llegar a la Universidad o al trabajo, saludar a mis compañeros, recreo…

Según un estudio del Ministerio de Salud, en Chile una de cada cuatro personas se siente en un estado permanente de estrés. Esto afecta la calidad de vida y salud no solamente del individuo, sino de todo su entorno (familiar, social y laboral).

El estrés tiene un sustrato biológico y psicológico, pero poca importancia se le ha dado al sustrato social. Vivimos en un mundo individualista y competitivo, frases como - mis capacidades intelectuales o físicas me permiten desarrollar tal tarea, o yo logre esto o aquello gracias a mi esfuerzo-. Dependemos única y exclusivamente del “yo”. Asimismo hemos desarrollado una baja tolerancia a la frustración.

¿Cómo podemos combatir a una sociedad caníbal, individualista, competitiva, autosuficiente y estresante? Frente a esa pregunta, yo te realizo una contra pregunta: ¿dónde está Cristo en la pirámide de importancia?.

Si lográramos poner a Cristo frente a cualquier dificultad (pruebas, entrevistas de trabajo, reuniones, exámenes, etc) y reconocer que todo lo que somos y lo que tenemos es por Él y no por nuestras capacidades, entonces encontraríamos la verdadera bendición. “hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que tu gozo sea cumplido” Juan 16:24. “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abriráLucas 11:10. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas“ Mateo 6:33.

La única terapia gratuita para combatir el estrés, no se vende en farmacias, ni la recetan médicos ni brujas. Solo se encuentra en los individuos que por un segundo se detienen en el agitado caminar de la cuidad y reconocen que son débiles y que necesitan ayuda. Y esa ayuda se llama JESUS.

¡Utilicemos esa herramienta!

5 comentarios:

RoLa dijo...

Qué buena Juan Pancracio... Gracias por el aporte y la reflexión...

Y ahora... a quién le toca señorita administradora?

Grupo de Jovenes Iglesia la Viña San Miguel dijo...

Quisiera Felicitar a nuestro amigo Juan Vitrubio por la colaboración y tiempo dedicado. Bravo!!!
Pronto una siguiente victima, vah! que digo... persona hará sus comentarios.

Anónimo dijo...

La verdad es que no me sorprende que escribas tan lindo...
Y es verdad, una vez más tus sabias palabras me sacan de la tristeza y me hacen comprender que tal vez todos mis males radican en la gran distancia que yo misma he tomado con Cristo, que mi vida agitada no da cabida para arrodillarme solo un rato a pedirle que las cosas cambien...

Una vez más me hiciste reflexionar...

Anónimo dijo...

Buenísima reflexión amigo Juan
....estupendo aporte...
esta pagina cada día esta mejor..
felicitaciones a la administradora por su iniciativa...

Anónimo dijo...

y crees que jebus te solucionara todo??esa es tu respuesta al estres?? diablos...y yo pensé que alguien tenía una respuesta aterrizada como hacer deporte o tener distracciones que lo desenchufen del día a día y me encuentro con una soberana y cursi estupidez......saludos ilusos!